Te duermes, pero tu mente no descansa:
“¿Y si alguien entra a robar?”
Sales de casa, pero no puedes dejar de preocuparte:
“¿Qué estará pasando con mis hijos, mis mascotas o mis cosas de valor?”
Estás cansado de no saber quién entra en tu espacio o quién toca tus pertenencias.
¿Y las supuestas “soluciones”? Cámaras grandes, aparatosas y demasiado obvias — o que no sirven de nada en la noche.